No hay fiesta en Guayaquil sin los Huevitos de Faltriquera, esta masita de yemas, leche, azúcar y especias que se envuelve en papel cometa de colores y sirven de adorno de las mesas de fiestas infantiles y bodas por igual.
Aprendí hace poco que en Quito muy pocos los conocen y me tocó hacer toda la explicación etnográfico-gastronómica a los amigos invitados a una boda serra-costeña: que “faltriquera ” quiere decir bolsillo y que cuenta la leyenda que los señores de antaño llevaban este dulce en los bolsillos de la cotona. Sea como fuere esta receta la heredé de mi mamá y es la más rápida y sencilla de las que he encontrado. Si, un par de veces los hice con leche y yemas, a lo antiguo pero es demasiado demorado y el riesgo de que las yemas se coagulen es más alto.
Ingredientes
1 tarro de leche condensada
3 yemas de huevo
1 copita de coñac o brandy (opcional o sustituir por esencia de brandy)
4 clavos de olor enteros
1 cucharadita de mantequilla
Canela en polvo
1 libra de azúcar impalpable
Preparación
1. Mezclamos todos los ingredientes a excepción del azúcar impalpable en una olla mediana y lo llevamos a fuego lento o Baño María, sin dejar de revolver con una cuchara de palo.
2. Sacar del fuego cuando se recoja la masa y se vea el fondo. Mientras más seco se saque del fuego menos azúcar necesitará.
3. Retirar los clavos de olor.
4. Agregar el azúcar impalpable poco a poco hasta que tenga una consistencia que se pueda amasar sin que se pegue en las manos.
5. Aquí viene lo bueno: poniendo azúcar impalpable en las manos, empezar a dar forma a las bolitas. Si no las van a envolver enseguida se pueden guardar en un recipiente hermético cubiertas con más azúcar impalpable para que no se peguen.
6. Envolver en papel cometa cortado en rectángulos de 10 x 5 cm con flecos en un extremo. La ciencia moderna ahora nos permite comprarlos en todos los colores del arcoiris en las “fiesterías” de Guayaquil y ahorrarnos la fabricación de los papeles.
Con cariño para doña Gigi Orellana que estará envolviendo nostalgias en Barcelona con esta receta, y recordando cuando amasábamos cientos para los cumpleaños de Emilia.