Tras casi quince años cocinando, hay algunas montañas culinarias con las que aún no me he atrevido. Pero este año conquisté un par y ésta es una de ellas: el pollo entero al horno. Me animé una vez que dominé el arte del despresado porque de qué me sirve presentar un hermoso producto final, como el que ven en la foto, si no iba a saber cómo cortarlo para servirlo. Además ayudó el haber encontrado una receta tan sencilla y deliciosa como ésta.
Tres ingredientes clave: ajo, limón y tomillo, la combinación es delicada y sabrosa. El tomillo es una hierba muy interesante, de un sabor característico y no tan dominante como el del romero, combina muy bien en salsas y con aves. Se puede usar fresco o seco aunque en esta receta es indispensable que esté fresco. Se usan sólo esas pequeñas hojitas que vienen unidas a una ramita leñosa.
Recomendación importante: se demora más o menos DOS HORAS en estar listo. No sean como yo, no tengan a su gente muerta del hambre y peor con el fabuloso olor que sale del horno.
Ingredientes
- 3 cucharadas de tomillo fresco picado
- 5 dientes de ajo picados
- 2 cucharadas de ralladura de limón
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 pollo entero sin vísceras y descongelado
- Sal y pimienta
- 1 limón cortado en cuartos (si es limón sutil pueden usar 2)
- 1/4 taza de vino blanco seco
- 1 taza de caldo de pollo (preparado con 1 cubito o sobre de concentrado o fresco si es que lo tienen)
- 2 cucharaditas de harina o maicena
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Preparación
Precalentar el horno a 450°F/230°C aprox. Para la próxima ofrezco foto de mi último gadget: un termómetro de horno. En los hornos de gas es muy útil para conocer en qué posición de la perilla del horno se llega a la temperatura que pide cada receta.
Mezclar los primeros 4 ingredientes: tomillo, ajo, ralladura de limón y aceite de oliva.
Enjuagar el pollo, secar con papel toalla. Poner el pollo en un molde de horno que se pueda poner luego sobre la hornilla, es decir, no un molde pirex. (Eso hice en esta ocasión y por eso no tengo fotos del proceso de la salsa, #facepalm para mi).
Reservar una cucharada de la mezcla de tomillo, ajo, ralladura y aceite. Untar el resto en todo el pollo y ponerle sal y pimienta. Poner los cuartos de limón dentro de la cavidad del pollo. Atar las piernas con un cordel, (yo tengo unos mini pinchos que me sirven perfecto para esta tarea).
Hornear por 20 minutos, 15 para un pollo pequeño. Reducir la temperatura a 375°F/ 190°C y hornear durante 1 hora y 15 minutos (50 minutos si el ave es pequeña). (El olor, ah, el olor…)
Alzar y vaciar los jugos en el molde. Retirar los limones y descartarlos. Pasar el pollo a una bandeja y tapar con papel aluminio para que conserve el calor.
Pasar los jugos del molde a una taza de medir, con capacidad para 2 tazas. En este paso yo cierno los jugos porque tengo comensales chicas que se pueden quejar por encontrarse un pedazo de ajo tostado en la salsa, evito el mal rato y lo cierno. Remover la grasa de la parte de arriba, la cantidad variará dependiendo que tan gordito haya estado el pollo. Eso de remover la grasa se hace con cuchara o un cucharón pequeño para no botar nada del jugo para la salsa.
Poner el vino en el molde y ponerlo a la hornilla sobre temperatura alta. Hervir, raspando las partes doradas que se pegan al molde. Pasar este líquido a la taza de medida donde están los jugos. Añadir caldo de pollo hasta medir 1 1/2 taza. Regresar esta mezcla al molde y ponerlo de nuevo en la hornilla.
Mezclar la harina con el adobo reservado. Incorporar al molde y hervir hasta que espese, en unos 2 minutos. Sazonar con sal y pimienta al gusto. Servir con el pollo.
Acompañen con papas en alguna de estas formas: horneadas en papel aluminio y aderezadas con mantequilla, cocidas y sazonadas con mantequilla, perejil y tomillo, o en puré. ¿Por qué con papas? ¡Porque pega! Bueno, bueno, con arroz blanco también va. Me cuentan si se animaron a hacerlo para el Día del Padre, es una receta ideal para compartir, además, garantizado que se lucirán llevando una bandeja con ese aroma tan rico y ese sabor maravilloso. De nada.