Esta es la receta perfecta para alegrar un almuerzo: caliente, líquido y rojo tomate acompañado con pequeños pedazos de pan salteados en mantequilla (también conocidos como croutones). Me ha costado poner las cantidades porque la hago muy al ojo, dependiendo del tamaño de los tomates y de la cantidad de comensales, pero aquí va.
Ingredientes
Para 4 personas
- 5 a 6 tomates cortados en cuartos
- Un ajo pelado y cortado a la mitad
- 2 cucharadas de mantequilla sin sal
- Sal y pimienta
- 1/4 taza de Leche (opcional)
- 4 rebanadas de pan de molde cortado en cuadritos
Preparación
- Poner los tomates y el ajo en una olla con suficiente agua para que los cubra.
- Apenas hierva el agua, retirar los tomates y el ajo, escurriéndolos ligeramente. Aquí tienen dos opciones: licuarlos o usar un pasapuré como esta belleza que yo tengo (ver foto). Si los licúan, recuerden que están muy calientes y que deben poner una toalla sobre la tapa de la licuadora y sujetarla firmemente. Es mejor trabajar de a poco para que el contenido de la licuadora no les explote encima. Me ha pasado; créanme, no es nada bonito.
- Poner los tomates licuados en una olla. Añadir la mantequilla, sal y pimienta al gusto y si quieren (y no les cae mal como a mi) la leche. Otra opción es no poner la leche y al servir poner una cucharada de crema de leche en cada plato.
- En una sartén derretir más mantequilla y saltear los cubitos de pan hasta que esté bien dorados.
- Calentar a fuego medio hasta que vuelva a hervir. Servir con los croutons.
Yo la hago así, muy sencilla, solo con el puro sabor del tomate, pero le pueden aumentar en el paso 4, hierbas frescas o secas como tomillo, orégano o albahaca. Experimenten y me cuentan para hacer la prueba en casa (y ver si a las hijas les gusta).
